LAS CIUDADES INVISIBLES

Marco Polo describe un puente, piedra por piedra.

—¿Pero cuál es la piedra que sostiene el puente? — pregunta Kublai Kan.

—El puente no está sostenido por esta piedra o por aquélla — responde Marco—, sino
por la línea del arco que ellas forman.

Kublai permanece silencioso, reflexionando. Después añade:
—¿Por qué me hablas de las piedras? Es sólo el arco lo que me importa.

Polo responde:

—Sin piedras no hay arco.

Ítalo Calvino: Las Ciudades invisibles

MUJER EN BLANCO Y NEGRO

¿QUIÉN EMBARGÓ EL FIRMAMENTO?

***

¿Qué corazón de cuarzo negó una caricia para tu pelo?

¿Qué pedregoso pecho vivirá para siempre enajenado,

expulsado del dulce quiebro de tu cuello?

¿Qué sedicente deseo renunció ya para nunca,

al bálsamo reparador de tu boca?

¿Qué manos insensibles dejaron de invitarse,

al alegre festín de tu piel y de tus senos?

¿Qué alma indolente dejará de suspirar por tu cintura?

¿Qué conciencia extraviada dejó de visitar

el dorado perfil de tus caderas?

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PA LA BEBE

PA LA BEBE

(CON MI RECUERDO DE IMANE)

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Pa unos ojos que no son ojos,

que son talismanes.

Pa unas lágrimas que no son lágrimas,

que son manantiales.

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De encina hecha y de jara resembrá,

emergida del centeno y la amapola,

y por el almirez del viento repujá.

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Qué duende inerme quedó pronto seducido,

rendido al misterioso misterio de tu hechizo.

Por hacerte llamar la Bebe,

y también la Nieves llamarte.

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Pa unos labios que no son labios,

que son alfajores.

Pa unas manos que no son manos,

que son ruiseñores.

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Eduardo, junio. Madrid. Calor.2009