martes, 26 de octubre de 2010
lunes, 25 de octubre de 2010
PASEOS POR MADRID Y OTRAS ENSOÑACIONES (I)
(Jeduardo 2010)
***
ALGUNOS VESTIGIOS DEL MADRID INDUSTRIAL
(viejas chimeneas industriales)
lunes, 18 de octubre de 2010
EL ESPLENDOR DEL OTOÑO (I)
Los sollozos más hondos
del violín del otoño
son igual
que una herida en el alma
de congojas extrañas
sin final.
Tembloroso recuerdo
esta huida del tiempo
que se fue.
Evocando el pasado
y los días lejanos
lloraré.
Este viento se lleva
el ayer de tiniebla
que pasó,
una mala borrasca
que levanta hojarasca
como yo.
***
EL MILAGRO DE LAS SETAS
domingo, 10 de octubre de 2010
EL AMOR EN TIEMPOS DE GUERRA
EL MILAGRO DE LA VIDA
***
Director: Emir KUSTURICA
(año 2004)
***
VIDEO
WONDERFUL LIFE
sábado, 9 de octubre de 2010
LAS MIRADAS DEL OTOÑO (II)
***
THE LAST LETTER, THE LAST POEM
***
"What happened that night? Your final night?"
***
"Then a voice like a selected weapon
Or a measured injection,
Coolly delivered its four words
Deep into my ear: 'Your wife is dead.'"
***
¿Qué ocurrió la noche del domingo? ¿Tu última noche?
***
Una voz como un arma elegida
o una inyección medida con cuidado
transportó fríamente cuatro palabras
al fondo de mi oído: su esposa ha muerto.
***
Acaban de encontrar un poema inédito de Ted Hughes, sobre la muerte de la que fuera su esposa Sylvia Plath. Abandonada por Ted por Assia Wewill, Sylvia, con 31 años, abrió la llave del gas y en presencia de sus pequeños hijos, se suicidó. Hughes fue acusado de inducir este suicidio. Pero ahora aparece este manuscrito del poeta; su última carta a Sylvia. Ted dudó mucho y durante muchos años sobre la publicación de este poema que, finalmente, no incluyó en sus colecciones publicadas. Durante años sufrió los reproches de muchos de los admiradores de Sylvia por su indiferencia. El poema demuestra al menos que no era indiferencia lo que provocaba el silencio de Hughes; sólo era un íntimo y profundo dolor.
domingo, 3 de octubre de 2010
LAS MIRADAS DEL OTOÑO (I)
***
De vez en cuando los dioses...
Caminan por collados y laderas
de la sierra, siguiendo senderos
mullidos y alfombrados por hojas
de abedules, enebros y hayedos.
De vez en cuando los dioses...
Indultan al jardinero persa
para que decore los paisajes
de azaleas, lloronas y madreselva,
y celebran fiestas en las cumbres.
(JEDUARDO 2010)