Un delicioso canto a la amistad, ese misterioso don que hace que dos seres humanos, por encima de creencias, origen, e incluso edad, compartan generosamente su vida, sus sentimientos, o sus secretos y anhelos, a veces hasta el sacrificio propio por el otro. Es la expresión más generosa y limpida del amor humano.
Este bello relato de Eric-Emmanuel Scthmitt, fue llevado al cine en esta película del año 2003, con una merecida repercusión por su belleza, simplicidad y capacidad de transmitir valores y emociones. Estos sentimientos, aunque parece que escaseen, existen para hacernos sentir más humanos. Los conflictos entre identidades étnicas, culturas y religiones encuentran a veces resquicios que confirman que las personas, sea cual sea su edad, están dotadas naturalmente para la solidaridad, el afecto y su más genuina cualidad: la amistad.
Este bello relato de Eric-Emmanuel Scthmitt, fue llevado al cine en esta película del año 2003, con una merecida repercusión por su belleza, simplicidad y capacidad de transmitir valores y emociones. Estos sentimientos, aunque parece que escaseen, existen para hacernos sentir más humanos. Los conflictos entre identidades étnicas, culturas y religiones encuentran a veces resquicios que confirman que las personas, sea cual sea su edad, están dotadas naturalmente para la solidaridad, el afecto y su más genuina cualidad: la amistad.
La vi hace tiempo y es de esas pelis que no se olvidan... gracias por traerla otra vez a mi cabecita..
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