***
Estas caprichosas formas de la naturaleza sorprenden y sobrecogen. Un río, el Duratón, festonea la tierra horada y luego perfilada por el viento. Y una depresión como una herida recorre un valle inhóspito habitado por buitres y cernícalos. De pronto, suena una sinfonía de colores y el esplendor emerge como un espejismo pintado por las manos de un ángel soñador.
***
No hay comentarios:
Publicar un comentario