Una abigarrada muchedumbre busca y rebusca cada domingo en almonedas y puestos, el milagro de encontrar un almirez, una estufa, el viejo juguete metálico de la infancia o la peonza juvenil. Todo un repertorio de cachivaches inútiles y averiados, ofrecidos amontonados y revueltos, a la espera del caritativo visitante que los rescate de la chatarra.
PATXI ANDION, el cantautor madrileño dejó una magnífica versión cantada del ambiente de El Rastro: Una, dos y tres, una dos y tres, lo que usted no quiera pa mi calle es....
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