Ayer, de la manera más inesperada descubrí que alguien más habitaba en mi casa, mi perro lo aceptaba con la mayor indiferencia. Era la hora de comer, y supongo que el hambre y el olor a comida le hicieron perder su cautela. Primero me sobresalté y luego me asaltaron una serie de reflexiones... Qué hacer con él? Yo le invité a marchar... pero me hizo caso omiso. Sabía que si le dejaba quedarse en poco tiempo traería su familia, perdería mi tranquilidad y una vez instalados sería practicamente imposible echarlos. Eso representaba un gran dilema.
Por la tarde mientras trabajaba, no deje de dar vueltas al asunto, sólo me quedaba una alternativa, era conflictiva, rompía radicalmente con mis ideas y sentimientos, pero no veía otra opción... Cuando salí fui a comprar todo lo necesario para ejecutar mi plan.
Al llegar a casa preparé mi cena y me instalé en el patio, quería que se creyera solo y seguro para que cayera en mi trampa.
Preparé un suculento ágape, al que estaba segura no podría resistir y se lo dejé servido...
No volví a entrar en la casa hasta bien entrada la noche, antes de ir a domir me encontré el cadaver, no sabía que hacer, no tenia fuerzas para eliminarlo.. y allí lo deje... Ya decidiría en la mañana que hacer...
No fue una noche fácil, constantemente me asaltaba la idea de que él tenía una vida con amigos, familia...que lo encontrarían a faltar, que era un ser inquieto y con curiosidad que fue en busca de nuevos horizontes y posibilidades y que yo había truncado esa vida...
Cuando me levanté volví a mirar y efectivamente el cadaver continuaba en el mismo sitio. Me faltaban fuerzas, pero no tenía otra opción que eliminarlo, no podía delegar en nadie esa tarea.
Así que me armé de valor, me puse los guantes de goma, lo recogí y lo tiré en una bolsa de basura.
Y el cadaver del pobre ratoncito acabó en el container...
***
Un bello cuento de Magda San Andrés, agosto 2009
Magda:
ResponderEliminarEs un placer la frescura que aportas en tu relato, me gusta tu estilo y estoy encantada de descubrir un talento tuyo más.
Por favor no dejes que pase mucho tiempo hasta el siguiente.
Un beso.
Merche