Nació y murió en Córdoba (España)
Poeta cumbre de la poesía española. Durante su juventud fue libertino y pendenciero. A los veinte años tendría que haber sido nombrado sacerdote, pero su licenciosa vida le obligó a retrasar su nombramiento hasta los cincuenta. Luego fue capellán en la Corte de Felipe III
La tumba de Góngora en la mezquita de Córdoba. Murió a los sesenta y cinco años de una apoplejía, aunque ya llevaba unos años antes con la memoria perdida. Su carácter arisco le llevó a polemizar agriamente con otros poetas. Y otros poetas con él y contra él. Quevedo y él fueron declarados enemigos.
A Córdoba
¡Oh excelso muro, oh torres coronadas
De honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
De arenas nobles, ya que no doradas!
¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
Que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre gloriosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!
Si entre aquellas ruinas y despojos
Que enriquece Genil y Dauro baña
Tu memoria no fue alimento mío,
Nunca merezcan mis ausentes ojos
Ver tu muro, tus torres y tu río,
Tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España!
¡Oh excelso muro, oh torres coronadas
De honor, de majestad, de gallardía!
¡Oh gran río, gran rey de Andalucía,
De arenas nobles, ya que no doradas!
¡Oh fértil llano, oh sierras levantadas,
Que privilegia el cielo y dora el día!
¡Oh siempre gloriosa patria mía,
Tanto por plumas cuanto por espadas!
Si entre aquellas ruinas y despojos
Que enriquece Genil y Dauro baña
Tu memoria no fue alimento mío,
Nunca merezcan mis ausentes ojos
Ver tu muro, tus torres y tu río,
Tu llano y sierra, ¡oh patria, oh flor de España!
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