Había prometido a mis amigos César y Zaida llevarlos a mi ciudad natal, Salamanca. César nos dejó, de modo que no fue posible cumplir la promesa con él. Y, echándolo mucho de menos, puede cumplir mi promesa con su mujer, Zaida.
Siempre me intrigó este mausoleo del III Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo, Gobernador de los Países Bajos, conocido como el Gran Duque de Alba y uno de los protagonistas de la llamada leyenda negra. Es saliendo de la imponente sacristía de la formidable iglesia de San Esteban, más conocida como la de "los dominicos", y antes de llegar al atrio, donde en un hueco semioscuro, yacen los restos de este ilustre personaje de la Casa de Alba. Nació en 1507 en Piedrahíta (Ávila) y murió en Lisboa en 1582. Sus restos fueron trasladados inicialmente a Alba de Tórmes (Salamanca), para en 1619 hacerlo a esta iglesia, donde estuvo enterrado en un sepulcro neogótico hasta 1968.
Por aquellas fechas le fue encargada a D. Fernando CHUECA GOITIA esta tumba, y por puro azar, tuve ocasión de conocer del propio e ilustre arquitecto, los documentos y planos originales de la misma. Desde entonces, hace ya bastantes años, había querido visitar la tumba diseñada por CHUECA. Y el domingo pasado pude así cumplir un deseo y una promesa.
Me alegro mucho de tu viaje y de la satisfacción que habrás sentido cumpliendo esa promesa.
ResponderEliminarGracias por compartirlo
Merche