Edificio de la calle Orellana de Madrid
Puedo asegurar que no es lo que parece. Sólo es un artista (eso dice él, claro) en pleno delirio que pone sus mensajes en la suela de sus zapatos, y luego los cuelga en la calle. Si tienes habilidad conseguirás ver esos mensanjes. Otra cosa es que los entiendas. ¡Mágico Madrid!
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