sábado, 25 de julio de 2009

MIDNIGHT CAWBOY











Hay que rendir tributo a esta legendaria película de culto. Mérito, sin duda, de la novela de J. L. Herlihy, del talento de su director J. Schlesinger, y de la memorable interpretación de sus actores, J. Voight y Dustin Hoffman. También la inolvidable canción "Everybody`s Talking" de Harry Nilsson, convertida luego en el nostálgico himno de todos los noctámbulos.
La historia es, una vez más, la brutal realidad en la que sucumben todos los sueños ilusos de tantos y tantos jóvenes fascinados por la Gran Manzana, - la ciudad de Nueva York - a la que acuden al señuelo de la vida fácil, convencidos de que allí, en medio de aquel bullicio exuberante y dislocado, les espera el éxito y la fama. Sólo que en este caso, ese sueño está, además, levantado sobre fantasías sexuales, alentadas por un joven seguro de poder vivir como un gígolo a costa de las mujeres.
Luego la cruda realidad de la inhóspita ciudad, lo arroja a las sórdidas cloacas donde habitan las ratas más inmundas. Y allí encuentra a otro perdedor que sobrevive cada día, además de a una avanzada tuberculosis, a los golpes de sus engaños y patrañas, cual moderno pícaro sin remisión y sin horizonte.
Pero allí, en medio de la desolación y la mugre de un apartamento lóbrego y abandonado, aún queda un resquicio para un sueño y una amistad. Ir a Florida donde le espera la playa. Todo el mundo tiene un sueño que cumplir, y a veces un buen amigo de desgracias con el que que compartir ese sueño, porque ya lo tienen todo perdido, después de las más atroces de las decepciones. No cuesta nada hacer feliz al amigo y que cumpla su sueño antes morir.
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Eduardo. Madrid. Calor. Finales de julio de 2009.

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