lunes, 16 de agosto de 2010

EL ÚLTIMO ROMÁNTICO..?


ENRIQUE GRANADOS Y CAMPIÑA
(Lleida 1867- Canal de la Mancha 1916)


Compositor y pianista español considerado como un representante del llamado neo-romanticismo, al calor del mismo movimiento inspirado al piano por Chopin o Schubert, entre otros. Granados tenía gran admiración por Goya, por su tiempo y los motivos castizos de sus cuadros y cartones, razón por la cual compuso su obra más conocida, GOYESCAS, que luego tuvo ocasión de convertir en una ópera. Y fue su estreno en Nueva York el que le proporcionó al mismo tiempo de su consagración internacional, para desgracia de la música, también su desaparición en trágicas circunstancias.

En el año 1914, en la Sala Pleyel de París, presentó y estrenó con enorme éxito Goyescas, lo que le valió el reconocimiento francés con la imposición de la Legión de Honor. Y a raíz de ese éxito es cuando se propuso componer una ópera sobre la misma base de la suite. Tenía el propósito de estrenarla también en París, pero el estallido de la primera guerra mundial hizo que fuera suspendido. Se estrenaría no obstante en Nueva York unos años más tarde.

Enrique Granados compuso numerosas obras, especialmente para piano, aunque también lo hizo para orquesta de cámara y vocal. Algunas composiciones como las Doce danzas españolas o Arabescas, estrenadas hacia finales del siglo diecinueve, le proporcionaron los primeros reconocimientos internacionales de compositores europeos ya consagrados. También participa por aquellos años en la fundación del Orfeó Catalá, a pesar de lo cual fue criticado por algunos sectores catalanistas por componer música andaluza, ante lo que él protestó. No obstante lo cual mantuvo y realizó composiciones para el Orfeó.

Es en 1892 cuando se casa con Amparo Gal y Lloberas, hija de un industrial valenciano. Y con ella perecería años después en aguas del Canal de La Mancha.



El SUSSEX, donde viajaba Granados con su mujer de regreso a España desde Inglaterra, torpedeado por un submarino alemán.
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En 1914 y ante el estallido de la primera gran guerra, no pudo estrenar su ópera Goyescas en París tal y como había concertado con el Teatro de la Ópera, razón por la cual, y bajo el patrocinio entusiasta de su amigo el compositor americano Ernest Shelling, consiguió que el Metropolitan Opera House de Nueva York, incluyera su Goyescas en la programación para la temporada 1915-1916. A finales de 1915 saldría del puerto de Barcelona para presenciar el estreno, y tras quince días de procelosa y premonitoria travesía bajo varias tempestades y amenazas de buques de guerra de los contendientes en la conflagración mundial, consiguieron llegar él y su mujer, que le acompañaba, a Nueva York el 15 de diciembre. Allí conoció a Pau Casals que se había encargado de dirigir la orquesta los días anteriores durante los ensayos. El estreno tuvo lugar por fin el día 26 de enero de 1916. Las crónicas dicen que el éxito fue apoteósico con aplausos interminables. Granados estaba exultante, aunque la crítica no fue tan buena. La ópera se representó sólo cinco días y comercialmente fue un fracaso.
A pesar de todo la popularidad del compositor fue en aumento, lo cual hizo que fuera invitado para ser homenajeado por el presidente Wilson a la Casa Blanca. Esta invitación sería una fatalidad para el matrimonio, por cuanto que se vieron obligados a aplazar su regreso a España, y hacerlo después en una combinación de barcos con escala en Inglaterra. El propio embajador español en EE.UU. le advirtió del peligro de viajar en barcos con bandera de los contendientes. Granados, alarmado, intentó cambiar los pasajes pero ya no fue posible. Salieron de Nueva York el día 11 de marzo de 1916, y el día 24 zarparon ya desde Inglaterra en el barco de francés Sussex. Y en el Canal de la Mancha fue avistado por un submarino alemán que, al parecer, lo confundió con un minador, y le lanzó un torpedo que partió el casco en dos. La proa se hundió rápidamente y la popa quedó a la deriva. El camarote de Granados estaba en la popa pero ellos no aparecieron porque en aquellos momentos estaban en la proa. El compositor fue rescatado de las aguas por medio de una barcaza de salvamento, y unos instantes después pudo ver a lo lejos a su mujer pidiendo auxilio. Granados no lo pensó y se lanzó al agua para intentar salvarla, pero al poco desaparecieron los dos en medio del caos y las olas, sin que nadie pudiera hacer nada por salvarlos. Con Granados y su esposa Amparo, murieron cincuenta pasajeros más.

DANZA ESPAÑOLA Nº 2 de E. Granados
"ORIENTAL"
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Al piano LUIS FERNANDO PÉREZ
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